jueves, abril 12, 2007

El móvil del futuro

Dell ya no vende ningún modelo de Axim, su PDA. Desde su salida al mercado en el 2002, las Axim han sido una de las mejores opciones para los aficionados a los ordenadores de mano debido a su relación calidad/precio. Sus modelos disponían de características de gama alta (Bluetooth, WiFi, pantallas VGA….) a precios de gama media, y obtuvieron buenas valoraciones en las páginas y revistas especializadas. Sin embargo, pertenecen a un sector, el de las PDAs clásicas, que ha muerto.

La desaparición de las Axim sirve para constatar algo que desde hace ya algún tiempo parecía claro: la gente ya no está dispuesta a llevar en el bolsillo un ordenador y un teléfono móvil; prefiere llevar, por igual o menor precio, un ordenador que es un teléfono móvil. Así que el tiempo de las PDAs se ha acabado. Además, en los últimos meses percibimos un nuevo elemento que se viene a sumar a los dos anteriores: el GPS. Por el precio de mi ya obsoleta Axim x51v, puedo comprar un aparato con Windows Mobile (por ejemplo), pantalla táctil, WiFi, Bluetooth, con el que puedo hablar por teléfono y que me informa de cuál es la ruta óptima para llegar con el coche a mi trabajo.

Hagámonos la siguiente pregunta: ¿cuáles de esas características tendrá un móvil de gama básica dentro de, digamos, tres años? En mi opinión, todas. Bueno, no sé si será Windows Mobile o Symbian o Linux quien domine el mercado de los sistemas operativos para móviles (probablemente el mercado seguirá repartido, aunque confío que entre no más de dos o tres opciones), pero sí estoy convencido de que en el 2010 los móviles de la mayoría de los usuarios se conectarán a internet, a las redes inhalámbricas de sus casas, serán tan fácilmente programables como cualquier ordenador actual y llevarán un receptor GPS.

En realidad esta predicción no es nada difícil de hacer. La demanda de teléfonos móviles existe desde hace años. La demanda de ordenadores cada vez más pequeños y ligeros existe desde hace años. Y la demanda de receptores GPS existe desde hace pocos años, pero va en aumento. Así que una vez que es técnicamente posible integrar en un mismo dispositivo los tres aparatos con un tamaño y pesos razonables, su demanda comienza a aumentar (a costa de las versiones no integradas de cada aparato; la primera víctima ha sido la PDA, la siguiente será el GPS).

Lo más interesante de todo es que esta integración ocurre por la demanda de cada uno de los elementos por separado, pero en este caso el todo es mayor que la suma de sus partes: un móvil que es un ordenador y que es un receptor GPS ofrece posibilidades que hasta ahora no existían. Posibilidades que irán apareciendo poco a poco según estos aparatos se asienten en el mercado.
Y en hipoqih estamos dispuestos a aprovecharlas.

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